Aumente la cantidad de líquido que toma el pequeño para ayudar a mantener blandas sus heces.

La astricción es frecuente en los bebés. Afortunadamente, el estreñimiento va cediendo conforme crece el niño y su intestino va madurando. Algunos pequeños pueden presentar evacuaciones después de 24 horas y no ser estreñidos, pero la característica es que evacúan blando, en buena cantidad para su edad y que no se acompañe de malestar.

En el caso de los niños que se alimentan exclusivamente con leche materna, es normal que no evacúen todos los días, incluso puede pasar hasta cinco días y no significa que tengan problemas de salud ni es motivo de preocupación. Es común que en los recién nacidos al introducir a su alimentación diaria fórmulas maternizadas (leche de tarro) inicien con estreñimiento; esto se debe a que su intestino no está lo suficientemente maduro para absorber y transportar los diferentes componentes de la leche industrializada y esto condiciona un retardo en la movilización y expulsión de

la materia fecal. En estos casos, se puede conversar con el pediatra para cambiar de marca, ayudarle con un masaje abdominal diario o darle un té de ciruela pasa para normalizar la digestión. Prepare esta receta en medio litro de agua, deje hervir por 10 minutos, licúe, cuele y dele 2 a 3 onzas al día.

Más alimentos

Cuando el niño empieza a consumir alimentos diferentes a la leche, es importante tener en cuenta que existen productos que facilitan y otros que

dificultan la evacuación. En estos casos hay que tener un equilibrio con el menú. Los alimentos laxantes promueven las evacuaciones blandas y frecuentes y entre los más comunes están: pitajaya, naranja, ciruela pasa, mango, papaya, uvas, tamarindo, lechuga, calabacitas, fréjol, lenteja, cereales integrales (avena o trigo integral), así como ingerir una buena cantidad de agua.

En cambio, los alimentos astringentes son aquellos que promueven evacuaciones más duras y menos frecuentes, por ejemplo: plátano, tuna, guayaba, manzana sin cáscara, papa, zanahoria, arroz y pastas.

Es normal que los bebés hagan fuerza, pujen y sus caritas se pongan rojas o tengan el ceño fruncido cuando evacúan, siempre que el niño logre hacer la deposición en forma blanda y normal. Pero si el bebé se pone molesto, irritable y trata por más de 10 minutos evacuar sin éxito o cuando su deposición es muy dura, seca o con pintas de sangre debe consultar al pediatra para que recete medicamentos que faciliten las evacuaciones o decida remitir al niño al gastroenterólogo ya que el estreñimiento no tratado puede generar problemas crónicos y amerite un tratamientoespecial.