Existen diferentes alternativas para que el adulto mayor se sienta cómodo y bien alimentado.

Actualmente, el adulto mayor es más valorado, querido y, sobre todo existe mayor preocupación por su salud y bienestar, con el fin de que su calidad de vida sea mejor.
Las personas mayores de 65 años deben incrementar sus cuidados sin privarse de desarrollar una vida normal, es decir, ingerir una alimentación saludable y equilibrada, actividad física y evitar el aislamiento.

Para aquellos abuelitos y abuelitas que tienen dificultad para consumir los alimentos, se recomienda incluir en las comidas aportes calóricos de acuerdo con el peso y la edad, pero si esto tampoco es posible, la alternativa son las sondas de nutrición enteral. Sin embargo, el adulto mayor o sus familiares deben estar conscientes de las complicaciones que pueden presentarse utilizando este sistema. Entre los principales están:

  • Vómitos y diarreas en el caso de ritmo y cantidad de administración inadecuada.
  • Aspiración de secreciones de la boca y faringe a los bronquios con las sondas nasales.
  • Irritación de la piel en la zona de introducción de la sonda.

No obstante, a la fecha existe una serie de preparaciones nutricionales que facilita la administración de alimentos y evita complicaciones.

Las sondas se colocan en los adultos mayores que no completan los aportes calóricos diarios necesarios por cualquier razón.

Las sondas pueden ser nasogástricas, orogástricas, tipo gastrostomía o yeyunostomía, entre las principales. Todo dependerá de la complejidad de salud que presente la persona.

La mayoría de sondas se las puede colocar en la habitación del paciente o en sus domicilios, pero las sondas de tipo gastrostomía o yeyunostomia se las ubica mediante una intervención quirúrgica. En estos casos, el riesgo depende de otras patologías que sufra el paciente. Entre las posibles consecuencias están: lesión de órganos internos, fugas de líquido intestinal, infecciones de herida, entre otras.

Consejos vitales

Para las sondas nasogástricas o nasoyeyunales realice lo siguiente:
Limpie la nariz y la sonda con agua y jabón; seque bien, hidrate con cremas para evitar lesiones por presión (decúbitos).
Cambie diariamente el esparadrapo de fijación.

  • Para gastrostomías
  • Desinfecte con agua y jabón y aplique povidona yodada alrededor de la sonda secando bien.
  • Gire suavemente la sonda para evitar decúbitos en estómago.
  • Cambie cada día los apósitos.

Además, es fundamental

  • Mantener una buena higiene bucodental.
  • Hidrate los labios con vaselina o manteca de cacao.
  • Pase 50 cm3 de agua antes y después de cada administración de alimento.
  • Verifique que la velocidad de paso del alimento sea lenta, aproximadamente 30 cm3 por minuto o lo que recomiende el médico.
  • Antes de pasar la nutrición por la sonda incorpore al paciente unos 45º o haga que se siente. Manténgale en esta posición por lo menos una hora para evitar los reflujos del alimento.
  • Suministre por separado los medicamentos y la alimentación. Use solo presentaciones líquidas y no efervescentes.

Recomendaciones:

  • Escoja la vía indicada dependiendo si es temporal o definitiva entre nasogástrica, orogástrica, gastrostomía o yeyunostomía.
  • Administre adecuadamente la preparación en volumen y velocidad de acuerdo al tipo de vía.
  • Identifique, en forma temprana, las posibles complicaciones para consultar oportunamente al médico, ya que la mayoría de estas sondas se manejan desde casa.
  • Lleve un minucioso control y tratamiento cuando se han presentado lesiones, sobre todo dérmicas, ya que pueden complicarse. En estos casos, llevar al paciente enseguida al hospital. También, puede darse sepsis y hasta la muerte.
  • Familiares y personal encargado del cuidado de los adultos mayores, que tienen este tipo de problemas deben cumplir con un adiestramiento por parte del personal de salud como: médicos, enfermeras y nutricionistas para el correcto manejo de las sondas.
Dr. Fernando Torres – Cirugía General – Hospital de los Valles
Artículo tomado de la Revista Somos Familia – Edición Nº 16.